Actualmente, una gran parte de la industria cuenta con sistemas de combustión en sus procesos. Ya sea para generar vapor, calentar el aire o agua, realizar tratamientos térmicos, etc. Sin importar cuál sea la actividad realizada, la combustión constituye una parte esencial de toda la cadena productiva. Sin embargo, los diversos sistemas de combustión representan un riesgo potencial que, eventualmente, podrían afectar a personal, maquinaria, infraestructura e incluso el nombre e imagen de la empresa.
Una práctica de combustión segura, tiene como objetivo encontrar las principales fuentes de riesgos desde la etapa conceptual de los proyectos, hasta el mantenimiento y operación de los equipos, esto, con la finalidad de evitar un evento con consecuencias fatales. Por ejemplo, los procedimientos en seguridad de la combustión se deben realizar cuando se va a instalar un equipo térmico que tiene un sistema de combustión nuevo, cuando se cambia el quemador por un equipo nuevo o cuando se realiza una conversión de un combustible a otro.
En resumen, tomar medidas de prevención en procesos de combustión, es de suma importancia para la calidad y el bienestar de la empresa. Un diseño adecuado del equipo de combustión y los dispositivos de seguridad, un correcto manejo de la documentación de los equipos y la comprobación periódica del correcto funcionamiento de los dispositivos, pueden ayudar a que cualquier actividad que requiera de combustión, pueda llevarse a cabo con eficiencia y seguridad.
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