Los reguladores de presión son equipos que cumplen funciones importantes dentro de un sistema de combustión. Tienen la importante misión de bajar la presión a un valor que permita al quemador trabajar en las condiciones adecuadas. Además tiene la función de remover todas turbulencias y sobrepresiones que pueden afectar al sistema por cualquier razón. Entregando al sistema un flujo laminar de combustible, que permite aprovechar al máximo su poder calorífico.
El regulador contiene un muelle o resorte que funciona a compresión. Este resorte es el responsable de cambiar (más específicamente disminuir) la presión de salida del regulador. Además tiene un diafragma de material elástico. La función del diafragma es la de absorber las vibraciones y turbulencias que tenga el gas a alta presión.
Los reguladores de presión tienen también un orificio, por donde pasa el flujo del gas al regulador. El tamaño de dicho orificio, junto con la presión de entrada al regulador, son los principales determinantes del flujo volumétrico de salida del mismo. El resorte que contiene el regulador, se puede comprimir y soltar de acuerdo a las necesidades del cliente. Esto permite que la presión de salida del regulador cambie. Los resorte se fabrican para que puedan operar en un rango de presiones definido. Este rango de presiones depende de las características mecánicas del resorte.
Los reguladores son muy importantes, y una correcta selección de los mismos, determina el buen funcionamiento y eficiencia de un sistema de combustión.